Un nuevo estudio liderado por David Tilman, ecólogo de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), destaca que un cambio de tendencia en el consumo actual y el seguimiento de una Dieta Mediterránea podría no sólo aumentar la esperanza y la calidad de vida de los seres humanos, sino también reducir las emisiones de gas de efecto invernadero y preservar el hábitat de las especies en peligro de extinción.

«Cambiar la dieta puede aumentar nuestra esperanza de vida una década a la vez que se puede prevenir el masivo daño medioambiental«, ha explicado Tilman.

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